Diario del Cesar
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“Su sueño era hacerse las tetas”: madre de Seni

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Inconsolables se encontraban ayer en la sede del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, familiares y allegados de Seni María Guerra Urbaneja, de 28 años, quien falleció el pasado lunes festivo tras someterse a un procedimiento clandestino de cirugía estética, al interior de un tradicional hotel de la calle 17, con carrera 9, en pleno centro de Valledupar.

En la habitación 108 de Los Cardones se esfumaron los sueños de la mujer venezolana quien había llegado hasta la capital del Cesar, proveniente de Aguachica, con el deseo de terminar de realizarse unos ‘retoques’ en su cuerpo.

Las manos inescrupulosas de una falsa cirujana, que se aprovechó de las inseguridades físicas de Seni, acabaron con la vida de la joven, quien pagó $600.000, sin saber, que estaba comprando su boleto a la muerte.

Entre lágrimas, Inés María Urbaneja, madre de la fallecida, lamenta que su hija no le hubiese hablado con la verdad sobre esta operación ya que, asegura, hubiera evitado el triste desenlace.  “No sabía, porque si no, no se lo hubiera permitido. Ella nos dijo que era en una clínica, que todo estaba bien, que todo era muy legal, que ella no haría nada malo.  Me engañó y me la mataron”, dijo desconsolada.

‘SU SUEÑO ERA HACERSE LAS TETAS’

Afirma Urbaneja que su descendiente no tenía “nada de senos”, que incluso no amamantó a su hija porque “no tenía tetas”, por lo cual su deseo era mejorarse esa parte de su cuerpo.  “Ella siempre dijo, voy a trabajar y me voy a hacer mis senos, mis tetas; era muy coqueta, muy linda, y ese era su sueño: hacerse sus tetas”.

  

ERA LA SEGUNDA OPERACIÓN

Aunque Seni dejó de respirar cerca del mediodía de este 5 de julio, la tragedia para esta familia inició hace 25 días cuando en una vivienda del barrio Ciudadela 450 Años de Valledupar se sometió a una primera intervención quirúrgica.

En esa oportunidad, la supuesta médica, identificada con el nombre de Mildreth, operó a Seni, con un resultado, que ya avisaba que algo andaba mal: un seno le quedó más grande que el otro.

Además, asegura su madre, que después de ese primer procedimiento, en el cual le inyectaron ácido hialurónico, ella le manifestó sentir dolor, “que los tenía inflamados y muy rojos”.

Este hecho, obligó a la segunda intervención donde, presuntamente, le harían un nuevo retoque para que estos quedaran parejos.

Pero esta vez no habría errores para corregir.  Guerra Urbaneja murió en aquel cuarto de hotel, en los brazos de su compañero sentimental, quien alcanzó a sentir su último suspiro antes de llevarla a la clínica Santo Tomás donde confirmaron su deceso.   

EL ÚLTIMO SUSPIRO DE SENI

Jhon Edinson Ditta, compañero sentimental de Seni María, fue testigo de los últimos momentos con vida de su amada.

Jhon había llegado a Valledupar a buscar a su pareja para devolverse con ella para Aguachica, donde residían.  Asegura que pensó que del hotel la llevarían a una clínica, con todas las condiciones, para realizarle la operación.

No obstante, para su sorpresa, al llegar a la dirección que le habían suministrado, a Seni María ya le estaban practicando el procedimiento.  Media hora después, comenzó su pesadilla.

“Estaba en recepción y en ese momento salió la amiga de mi compañera, porque ella sí estaba allá adentro, sale y me pide que le ayude para llevarla a un hospital, que porque Seni estaba mal.  Yo no sabía que le estaban practicando  ese procedimiento, ahí la veo en la cama totalmente desplomada, le siento su último suspiro, la levanto y la monto a un taxi”, narra Jhon Edinson.  

En medio del desespero por tratar de salvar la vida de su mujer, Jhon se subió al vehículo de servicio público y le gritó a la supuesta médica que se subiera con él.  Sin embargo, no volvió a saber más de ella.  “Cuando llegamos a la clínica en 5 minutos nos hicieron saber que estaba sin signos vitales”, dijo.

 

‘EXIGIMOS JUSTICIA’: MADRE

En medio del dolor que les embargaba por ver cómo un procedimiento en un sitio no adecuado y realizado por personal no autorizado le arrebató la existencia a Seni María, sus familiares exigían justicia a las afueras de la morgue de esta capital.  

“Que se haga justicia, que la busquen, porque ella no me va a devolver  a mi hija ni que esté toda la vida presa, pero sí va a evitar que ella le quite la vida a otras niñas, porque va a seguir haciéndolo. Anoche, desde el hotel donde estábamos, (nos hicimos pasar por una clienta) le escribimos y ella contestaba todo, ella mató a mi hija ayer y anoche no le importaba seguir haciendo (cirugías).  Búsquenla, búsquenla, porque va a seguir matando niñas acá”, puntualizó la adolorida progenitora.

Seni era comerciante y había estudiado cuatro semestres de administración tributaria y aduanera.

Autoridades buscan a la ‘cirujana asesina’

Sobre la identidad de la persona que realizó el procedimiento ilegal, que aparentemente desencadenó en la muerte de Seni María, la pareja de la hoy occisa señaló que solo conoce su nombre, Mildreth, y que tiene aproximadamente 55 años de edad.

También conocieron que es de nacionalidad venezolana y le habría manifestado que ha practicado este procedimiento en muchas partes de Colombia.

Este medio conoció que esta señora no tiene ninguna profesión y es una persona empírica la que realizó el procedimiento.

Madre y compañero sentimental de la mujer exigen a las autoridades que revisen las cámaras del hotel y busquen evidencia ya que poseen una bolsa negra donde había “muchísimas inyecciones vacías y algunas llenas que no llegó a ponérselas”.

El celular de Seni María que está en poder de los investigadores será clave para la dar con el paradero de la mujer.

Sobre este caso se pronunció la secretaria de Salud Municipal, Lina de Armas, quien informó que el caso está en manos del CTI de la Fiscalía.

“Esto podría clasificarse como una muerte violenta, un procedimiento inadecuado que se realizó a una señora por unas manos no expertas, no adecuadas para ese propósito, estamos brindando acompañamiento, pero realmente es competencia de los órganos policivos”, dijo. 

Acerca de la responsabilidad del hotel, De Armas indicó que sus propietarios aseguraron que “no tenían conocimiento de lo que estaba ocurriendo al interior de la habitación”.

“Vamos a acompañar el proceso, es lamentable que personas se dejan manipular y se practiquen procedimientos en sitios no adecuados y por personal no autorizado”, puntualizó.