El Juzgado Cuarto Penal del Circuito profirió este lunes sentido de fallo condenatorio contra Alberto Enrique Tapia Machado, alias Albertico, y Darwin David Molina Marchena, alias Cara’eperro, como responsables del asesinato del prestamista Darwin José Vega Gelvis, de 43 años, y su hija Brenda Vega Wilches, de 11, a las afueras del colegio Milciades Cantillo Costa, ubicado al sur de Valledupar, en hecho ocurrido en 2012.
Para la togada, el ente acusador demostró en juicio la responsabilidad de los dos condenados en los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo con fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, accesorios, partes o munición agravada.
Para el Juzgado, la Fiscalía 17 Seccional demostró “que los acusados son responsables de las conductas enrostradas y están plenamente demostradas con el testimonio de Brayan Breider Vega Wilches, hijo y hermano de las víctimas y testigo presencial de los hechos, quien conoce a los acusados de ser autores materiales de este”.
Según este testigo, indicó la jueza, “fue a saludar a su padre que se encontraba estacionado en la parte externa, en su vehículo automotor, Mazda, en compañía de su hermana menor, y después de saludarlo se dirigió a comprar un cholado como solía hacerlo”.
En el juicio oral, este testigo dijo que: “En ese momento observa que dos personas, que se encontraban en una motocicleta, y uno de ellos en la parte de frente del vehículo automotor, por el lado del conductor, le propina unos disparos. Manifiesta de manera indubitable (sin dudas) que pudo observar que se trataba de las mismas personas que están siendo procesadas”.
En el testimonio el hermano e hijo indicó que “nunca puede olvidar el rostro de estas personas que le segaron la vida a dos de sus seres queridos”.
Para el próximo 2 de agosto quedó fijada la audiencia de lectura de fallo en la cual se conocerán los años que deberán pagar los condenados.
EL DOBLE HOMICIDIO
Darwin José Vega Gelvis esperaba a sus tres hijos en la puerta del colegio Milciades Cantillo, al sur de Valledupar, cuando fue interceptado por sicarios en una motocicleta que le dispararon indiscriminadamente, hiriendo también a la menor, quien llegó sin signos vitales al Hospital Eduardo Arredondo.
La victima de 43 años era padre de siete hijos y se dedicaba a prestar dinero a pago diario. Al momento del hecho esperaba también a dos de sus hijos de 8 y 7 años para llevarlos a casa.
El occiso también fue despojado de una alta cantidad de dinero; sin embargo, los familiares creen que su asesinato se dio por retaliación al parecer por su actividad como prestamista. Así lo dio a conocer Edwin Gelvis, hermano de la víctima.