Ayer se cumplió otra jornada más del paro en medio de los ataques a la fuerza pública y los bienes públicos y privados en varias ciudades del país. Los promotores de las marchas argumentan lo mismo: que los criminales las infiltran y terminan generando el caos que vemos. Ahí es donde el país reclama una autoridad legítima que imponga el orden y nos garantice la autoridad.