Diario del Cesar
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Nació niña a bordo de un taxi en Valledupar 

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POR: NINOSKA REYES URDANETA 

Como todos los días, Gustavo Rivera Chaparro, salió a cumplir con su jornada de trabajo como taxista, sin pensar que sería el protagonista de una nueva vida que llegaba al mundo, a bordo del medio de transporte con el que lleva el sustento a su familia diariamente.

Eran las 4:40 de la mañana de ayer martes 4 de mayo, cumplió su primer servicio y cuando pasada por el CDV del Hospital Eduardo Arredondo Daza, ubicado en el barrio Los Fundadores,  una pareja sacó la mano para solicitar el servicio y de inmediato empezó la odisea.

 “Señor dele lo más rápido que pueda, es una emergencia, mi esposa está dando a luz y no la quisieron atender en el CDV, llévenos al Hospital Rosario Pumarejo de López. Yo iba lo más rápido que podía, mientras la mujer se quejaba de los dolores, sin imaginarme que todo iba a pasar dentro de mi carro”, manifestó el chofer del taxi aún nervioso por lo sucedido.

Narró que cuando pasaban por el barrio Dangond, a bordo del vehículo KIA Picanto de placas IWR854, ya la niña empezaba a salir del vientre de su madre. “Me puse muy nervioso, pero conducía lo más rápido posible hasta llegar al hospital, donde finalmente pedimos un médico, pero al acercarse ya la niña estaba afuera, solo quedó atender a la parturienta dentro del vehículo”.

De inmediato las enfermeras y doctores procedieron al proceso de parto, sacaron a la niña en perfecto estado, al igual que a su madre, mientras el padre tampoco salía del asombro en la puerta del hospital.

Manifiesta el taxista, que en más de 20 años de labores, jamás había vivido una experiencia similar. “He transportado emergencias con heridos, personas con un cuadro clínico grave y hasta embarazadas, pero siempre me dio tiempo llegar, esta vez Dios quiso que esta nueva vida la recibieran dentro de mi carro, y debe traducirse en bendiciones”.

Destacó el profesional del volante, que al llegar al hospital no la atendieron de inmediato, a pesar de los llamados desesperados de él y el padre de la criatura, se acercaron cuando ya la niña estaba saliendo. “Por fortuna todo salió bien por la mano de Dios, una vez culminada la atención médica, llevé mi vehículo al lavadero, con la satisfacción de haber ayudado a una persona que lo necesito en momentos de angustia; es una nueva historia en mi vida como taxista”, afirmó

De la madre y la niña, solo se supo que estaban bien de salud, bajo observación médica en el Hospital Rosario Pumarejo de López.