´Tienen que matarme para que me decomisen la moto´:Testimonio de un exparamilitar
“No señor, yo no le doy plata a ningún ‘polocho’, esos tombos son unos parásitos que viven vacunando al pobre y a la gente que en verdad trabaja. Así tengas los documentos al día, te vas para la chivera, ellos se agarran de lo que sea para joderte”.
No son palabras de resentimiento. Son soflamas de alguien que estuvo inmerso en el sangriento mundo paramilitar. Parece estar dispuesto a todo, cuando se trata de llevarle el sustento de sus cuatro hijos. Para él no hay reto imposible desde que dejó las armas en 2005 en una desmovilización que, según asegura, “dejó muchos desempleados”.
Son las 5:15 de la mañana de un miércoles en el que muchos motociclistas le ‘madrugan’ al Día sin Moto para tratar de hacerle una ‘maniobra’ al decreto que rige desde las 8:00 de la mañana. Muchos le temen a la disposición y por eso la cumplen.
Un desmovilizado del Bloque Norte de las Autodefensas que en su militancia activa fue llamado con el remoquete de alias ‘Ardilla’, tiene como medio de trabajo una deteriorada motocicleta AX 100. No le importa el sábado sin parrillero o el miércoles sin moto; asegura que ha tenido como tres inconvenientes con agentes de tránsito en un día normal.
“En una oportunidad me hicieron la señal de pare pero me les devolví en contravía por la carrera novena, ese día iba ‘caído’ con el seguro y me ‘abrí’ a toda velocidad. Otro día caí en un retén y no me dio tiempo de evitarlo, ese día me pidieron 50 ‘barras’, yo los tenía pero no quise darles plata a esos (…..). Me salvó que llegaron como diez mototaxistas más y en los alegatos alcancé a huir. Ese día la vi maluca”, recordó el hombre moreno y corpulento, de mirada fija como queriendo retar al peligro ambulante.
Su chaleco negro y desteñido comienza a brillar a medida que el sol mañanero le da la bienvenida a un miércoles de decreto; para él es un día normal, pero “por la orillita”. “Yo tengo que comer todos los días y todos los días hay que ‘camellar’, los miércoles sin moto no me tiro para el centro y ando en la ‘juega’. A mí ninguna patrulla me para con la moto en movimiento, tienen que matarme para que me quiten la moto”.
Como alias ‘Ardilla’, muchos motociclistas se arriesgan a trabajar los miércoles, como queriendo retar a la ley; la carrera 21 es su corredor principal en la búsqueda de conquistar pasajeros que “no vayan para el centro”.
“Hay que ‘camellar’ para los barrios en donde no llega la Policía. Esos ‘polochos’ no patrullan para los barrios de abajo, se la pasan no más en el centro. Los verdaderos delincuentes están en los sectores de La Nevada, Mareigua, Primero de Mayo, Ciudadela 450 Años y muchos más, te los cuento con los dedos, los policías tienen miedo de patrullar para allá”, dijo.
RETA LA INSTITUCIONALIDAD.
Primero cuando en su momento integró un grupo al margen de la ley y ahora como trabajador informal a borde de una motocicleta. “El vehículo es mío y no tengo que rendirle cuentas a nadie. Yo me gano 20.000o 30.000 pesos diarios, pero hay que darle duro porque tengo que responder por mi hogar”, aseguró el excombatiente paramilitar que un día empuñó un arma “porque no tenía más nada que hacer y estaba sin camello”.
Aunque no quiso especificar su rol dentro de la estructura ilegal y su situación judicial, alias ‘Ardilla’ recuerda cómo mataron a mucha gente inocente. “Los paracos fueron muy sanguinarios, nunca maté a nadie, pero por el hecho de estar ahí me convertí en cómplice, estuve preso como dos meses, pero un comerciante del sur del Cesar le pagó 300 mil pesos a la policía para que me soltaran”, recordó el hombre de 37 años con acento cordobés.
Parece que el decreto del miércoles sin moto no existiera en Valledupar porque decenas de motociclistas andan orondos por las principales vías de Valledupar. ¿No hay autoridad? o ¿No hay contratos entre la alcaldía y la Policía de Tránsito?
¿QUÉ DICEN LAS AUTORIDADES?
Pese a que algunos motociclistas violan el decreto del Miércoles sin Moto, el Secretario de Tránsito Municipal, Víctor Arismendy, aseguró que “estuve en diferentes partes de Valledupar y lo que observo es un acatamiento a la medida por parte de las personas que conducen motocicletas, hay excepciones para mensajeros, personas que hacen domicilios, personas que prestan sus servicios a las empresas de vigilancia, hay una reducción en la circulación de las 90.000 motos que hay en la capital del Cesar”.
Destacó que “la Secretaría de Tránsito Municipal trabaja con diferentes autoridades operativas de control divididas en tres cuerpos: están nuestros agentes de tránsito municipales, guías y agentes de tránsito, hoy (ayer) realizamos una contundente ofensiva contra los vehículos piratas intermunicipales”.
Respecto a la función esencial de la Policía de Tránsito, Víctor Arismendy aclaró que “ellos no solo están para inmovilizar motos, la gente debe de sacarse esa idea de la cabeza, hay actividades pedagógicas y de regulación para mejorar la movilidad en puntos críticos”.
Según cifras que maneja esta cartera, hay un promedio de 2.000 comparendos al mes, el 85% de estos son impuestos a motociclistas que demuestran un comportamiento diferente a las normas de tránsito y los que menos documentos tienen, también hay un menor porcentaje de carros, pero estos trabajos son de todos los días”.