Medallista vallenato murió de un infarto
Una afección cardiaca apagó la vida de Jesús Larios Rivera, deportista del Cesar de 49 años, quien en 2015 supo darle una medalla de bronce al departamento en los Juegos Deportivos Nacionales en la disciplina del billar.
Su deceso, desencadenado por un infarto, se produjo este miércoles en el Instituto Cardiovascular del Cesar.
Aunque la pasión de Larios Rivera era el billar, se desempeñó también como técnico en refrigeración y profesor de refrigeración industrial en el Servicio Nacional de Aprendizaje -Sena-.
Ariel Arzuaga, presidente de la liga de Billar del Cesar, destaca el legado dejado por Larios en este deporte en esta región del país.
“Fue un deportista del billar, muy destacado por su disciplina y su amor por este bello e importante deporte”, resaltó Arzuaga.
Durante más de una década, Jesús, junto a su hermano Adalberto, representaron al Cesar en diferentes eventos nacionales.
Su mayor logro, sin dudas, lo alcanzaron en 2015 al conquistar una medalla de bronce en los Juegos Nacionales de Ibagué, en billar pool, modalidad por equipos.
‘PROFE’ Y BILLARISTA
Jesús, el cuarto en la escala familiar, realizó sus estudios primarios en la escuela La Concentración Rafa López Mesa, en su natal Valledupar, mientras que el bachillerato lo realizaron en el colegio José Eugenio Martínez, en la misma capital del Cesar.
Al igual que su hermano Adalberto, tuvo su primer contacto con esta disciplina en el billar de su padre, cuando don Candelario, le compró el afamado negocio social a un familiar muy cercano, en la década del 80, ubicado en el barrio Doce de Octubre.
“Nosotros empezamos a practicar de manera empírica y como pasatiempo, pero luego y gracias a la experiencia adquirida y al talento desarrollado, nos fuimos enfocando hacia la parte competitiva, la cual despertó amplia curiosidad”, recordó en una entrevista junto a Adalberto en 2019.
Jesús, que nació el 22 de febrero de 1972, desde el comienzo se mostró serio para tomar el mando del negocio y también se propuso como objetivo, el profesionalizarse en la disciplina de precisión.
“El mismo tiempo se encargó de encaminarnos a darle seriedad al establecimiento y volverlo mucho más viable desde el punto de vista comercial, como para madurar y mejorar la técnica en el juego”, explicó Jesús.
INSEPARABLES Y GANADORES
En el momento en que el billar dejó de ser un simple pasatiempo para los hermanos Larios Rivera, comenzaron a pulir la técnica con muchas horas de entrenamiento y a perfeccionar su tacada y estrategia para jugar, también aparecieron representantes de la Liga de Billar del Cesar, para convencerlos de integrar la delegación.
“Ya sabía que eran buenos deportistas Jesús y Adalberto, obtuvieron con orgullo y honor dos medallas de bronce en la modalidad de billar pool para el Cesar”, sentenció el rector de este deporte en tierras cesarense.