Hoy se cumplen cuatro años de la muerte del Gran Martín Elías 

POR: NINOSKA REYES URDANETA 

Aquel Viernes Santo, 14 de abril de 2017, jamás se borrará de la mente de los vallenatos de su fanaticada en toda Colombia. Hoy se cumplen cuatro años del trágico fallecimiento del cantante Martín Elías Díaz, uno de los hijos del legendario Diomedes Díaz.

Hoy su particular color amarillo no se recuerda como la vestimenta de la fanaticada en los grandes conciertos, ahora se observa en las flores que cada año sus familiares y seguidores llevan a su tumba, como muestra de   admiración y tristeza por su inesperada partida.

Fue un oscuro día santo, cuando el mundo vallenato le dijo adiós al ‘Gran’ Martín Elías, quien luego de un accidente de tránsito, luchó entre la vida y la muerte, pasó por cinco paros respiratorios y no sobrevivió a sus 26 años de edad.

A cuatro años de su muerte, su música sigue siendo referencia en el vallenato. Por cada rincón se escucha y es recordado como uno de los mejores exponentes del género a pesar de su corta edad.

ASÍ FUE LA TRAGEDIA 

El accidente vial ocurrió tras haber salido de un concierto en Coveñas, a las 6:30 de la mañana. “Se volcaron en la carretera -dijo Juank Vega, el manager del artista-. Veníamos después de un concierto, y después de una vuelta, una moto le salió al conductor y Martín se salió del carro”, manifestó para el momento.

La noticia causó conmoción, las personas se volcaron a las calles a recibir a su artista, de hecho la velación fue en el Parque de la Leyenda Vallenata, en Valledupar, su ciudad natal.

Martín Elías Díaz nació el 16 de junio de 1990, era el cuarto hijo del matrimonio de Diomedes Díaz con Patricia Acosta. Desde pequeño tuvo aptitudes musicales, formó parte de La Familia de Diomedes, agrupación musical de uno de sus tíos.

Grabó su primer disco a los 17 años, junto con Rolando Ochoa, se tituló Una nueva historia. Le siguieron Marcando la diferencia (2008), Cosa de Locos (2009). Pero fue con el lanzamiento de El Terremoto, en el 2011, que se convirtió en un fenómeno musical.

Después de grabar junto con Juancho De La Espriella los álbumes La historia continúa (2014) y El boom del momento (2014), volvió a reunirse con Rolando Ochoa para la grabación de Imparables (2015). En meses recientes, había grabado un segundo volumen de su Homenaje a los grandes, su propuesta más cercana a los clásicos vallenatos, resultado de la conciencia de preservar la raíz de su herencia musical.

Después de Martín Elías, no ha habido otro artista menor de 30 años que haya causado tanto impacto en la música vallenata.

DURO GOLPE, PERO HAY QUE SEGUIR 

Dayana Jaimes, esposa del cantante, manifestó que desde el fatídico accidente, su vida cambió, pero igual ha sido una lección dura que deja enseñanzas y fortalezas para decir, “la vida sigue, de los golpes se aprende y solo Dios tiene la justificación de lo sucedido. Las situaciones difíciles te enseñan a ser mejor persona”.

Aún con una voz llena de tristeza, solo de recordar a quien por dos años y medio disfrutó como esposo, Dayana relató que desde la muerte de Martín, la situación ha sido dura. Sin embargo, entre demandas y señalamientos, sus padres, familiares, tíos y amigos, han sido su soporte y apoyo en los momentos más duros, de los que asegura hoy forman parte de su enseñanza.

Admitió que durante estos tres años ha vivido situaciones que jamás pensó enfrentaría en su vida. “Cuando alguien se muere, no te imaginas las consecuencias que se generan, las adversidades que hay que enfrentar, pero lo más importante es llenarse de fuerzas y continuar. Paula Elena ha sido mi impulso,  su sonrisa es lo que a diario le regalamos a Martín”.

“Cuando murió Martín Elías, pensé que el mundo se acababa, que se había ido la vida para todos, pero resulta que todo continúa, y situaciones como estas fortalecen al ser humano. Hoy me siento realizada y con fuerzas para sacar adelante a mi hija con el respaldo de mis familiares y amigos, quienes siguen a mi lado alentando cada paso que doy”.

Dijo que la conmemoración de la muerte de Martín Elías vuelve a ser empañada por la pandemia, ha temido un giro excepcional; toca ir al cementerio Santo Ecce Homo en Valledupar donde reposan los restos de su esposo, bajo estrictos protocolos de bioseguridad y sin promover aglomeraciones, es lo que pido a sus seguidores.