Diario del Cesar
Defiende la región

Llegó la tercera ola de la pandemia 

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Los irresponsables y desadaptados sociales, porque eso es lo que son aquellas personas que propician la indisciplina social y riegan el virus por todas partes, no han querido entender ni a las buena ni a las malas que el coronavirus mata. Que es una enfermedad mortal que para el caso nuestro ya ha dejado más de 62 mil muertes en el país.

Con la sombra de un tercer pico rondando a Colombia y con el ejemplo de lo que sucede en Europa o en naciones vecinas como Brasil, Colombia debe prepararse para lo que pueda pasar en las próximas semanas. Ya en el puente pasado se reportó un aumento en el número de contagios de Covid-19, lo que debe alertar a los colombianos para evitar que se reavive la amenaza.

Con la tranquilidad de haber comenzado el proceso de vacunación y con los avances que reportan países donde se ha inmunizado a una parte importante de la población, se pensaba que la pandemia entraría en retroceso. Sin embargo, lo que está mostrando la realidad es que el riesgo sigue presente y se está lejos de erradicar al que en poco más de un año es el enemigo letal de la humanidad.

La semana anterior, Francia e Italia anunciaron el aislamiento obligatorio en sus capitales y en varias provincias debido una nueva ola de contagios, mientras que en otros como Portugal y en el Reino Unido, uno de los primeros en iniciar la fase de vacunación, se reportan incrementos de los casos y la aparición de cepas más peligrosas. En Chile, país a la vanguardia en América Latina en número de vacunados, se ha encendido también la alerta y de manera prudente el Gobierno ordenó entrar en etapa de confinamiento con miras a evitar la propagación del virus ad portas de la Semana Santa que se inicia el próximo domingo.

Lo que están indicando esas decisiones es que esta pandemia no termina, que pese a los avances en la vacunación se pueden seguir presentando recrudecimientos y que hay que estar preparados para enfrentar esas nuevas olas de infección. Evitarlo o disminuir sus efectos es un esfuerzo que no puede ser solo oficial ni se le debe dejar exclusivamente al Estado. Es una batalla de la sociedad en su conjunto la que debe y puede lograr ese objetivo.

Por ello es importante el acuerdo del Gobierno de Colombia con sectores privados para que se sumen a la compra de las vacunas y se pueda llegar, así sea pagando, a un mayor número de personas, de manera más ágil y en un plazo más corto. En eso hay que pensar por los efectos que la pandemia tiene en el país, al igual que sucede en el resto del mundo. No solo es la cantidad de muertos, sino las secuelas que el virus deja y que hay que remediar lo antes posible.

Mientras más rápido se erradique el coronavirus más pronto se recuperará la economía y volver al trabajo. Y la educación, uno de los sectores más impactados por el coronavirus, podrá regresar a la normalidad y a las jornadas presenciales. Aunque los niños o los jóvenes no son las víctimas más afectadas por la pandemia pues en su mayoría no sufren las consecuencias, si hay que tener cuidado porque son transmisores. Así, en la medida en que se cumpla el programa de vacunación de los mayores se quita la presión a la educación que necesita retornar a las aulas y cumplir su papel formativo.

Son todos asuntos de gran importancia para nuestra sociedad que no se solucionan con subsidios del Estado sino con decisiones y actitudes que lleven a recuperar la cotidianidad y las actividades que generan ingresos para millones de colombianos.