Sus pinceladas eran una incógnita. Las más de 15 personas que lo rodeaban se preguntaban qué venía luego de cada trazo. Los ponía a volar la imaginación. Sentado en el piso con las piernas cruzadas sobre un cartón manchado de pinturas, a pies descalzos, con una pantaloneta, suéter naranja a rayas azules, y con serenidad, alzaba su brazo derecho y en cada toque del pincel con el cuadro salía una imagen, la cual segundo a segundo tomaba forma inimaginable por quienes de manera sorprendida soltaban una sonrisa ante cada brochazo.
El vendedor de dulce, el estudiante, el mototaxista, la madre de familia, el abuelo en búsqueda de la pensión, el habitante de otro municipio que llegaba a citas personales y muchos de los que transitaban por la calle 16 con carrera 12, tenían que ver con Fernando Mojica y sus cuadros con imágenes nativas con un color anaranjado oscuro y de saturación débil.
Los más de 30 años de su vida que ha dedicado a hacer arte de manera empírica por las calles de Valledupar lo convirtieron en todo un experto en su oficio, tanto que en menos de 10 minutos construye toda una historia, especialmente de nativos.
Un bisturí, un pedazo de toalla, un pincel, papel, tinta, varsol y papel higiénico son todas sus herramientas, sumadas a su inmensa creatividad y conocimiento cultural, lo cual le permite ir detallando a los espectadores cada dibujo y su significado.
Mientras con un pincel trata de hacer lo que serán árboles detrás de una choza, recuerda su primer dibujo, el más sagrado y no por ser un importante impulso a esta larga trayectoria obtenida, sino porque es un retrato de su madre. Lo guarda en casa desde los 10 años.
Los cuadros de Fernando Mojica son muy representativos de la región. Muchos de ellos están colgados en las viviendas de importantes personalidades, en galerías, en negocios, entre otros.
En tan solo un día se hace más de 50 cuadros, varios de ellos por tan solo 5.000 pesos, algunos a $20.000 y hasta $30.000, dependiendo el sitio donde se encuentre, como sería el caso del Balneario Hurtado, tintilla en donde permanece la mayoría de las veces.
Mientras se inspira para darle estructura a lo que parecía una mancha negra, se refiere con alegría a otro de sus talentos, el fútbol. Los amigos aseguran que así como pinta juega.
“Todavía juego fútbol y todos me conocen como Poper”, indicó.
Pero su mejor cuadro es su familia. Hace tres años es padre soltero de dos hijos: un niño de seis y una niña de cinco. El menor es hoy su alumno, quizás, el mejor de sus aprendices. “Ya sabe pintar muy bien”, dijo.
Este artista es amante de la cultura y todo lo que el significado encierra, pero además hace talleres en los colegios de varios colegios de Colombia para impulsar el arte sepia y ser portador de un mensaje del buen uso del tiempo libre.
Con Francisco casi siempre permanece un niño llamado David, venezolano, con actitudes artísticas hermosas y un valor humano terrible.
“Está estudiando en el Alfonso López. Cursó el año pasado octavo grado y este año está en noveno, es un excelente alumno y joven”, manifestó.
Terminado el cuadro a base de tintilla prosigue a dejar su firma artística. Con líneas muy delgas escribe Framar, (Francisco Mojica), la ubica de forma vertical, para que todos alrededor vean su obra donde en el fondo se observa un lindo atardecer, cielo rojo, una choza con cerca, un indígena subido en una lancha sobre el lago de aguas cristalinas, un puente de tablas, un vivienda sobre la tierra en la que está a punto de entrar un hombre con sombrero y leña al hombro.
A pocos pasos se acerca una mujer indígena con un niño cargado sobre la mochila en su cadera, al lado de un fuerte y grueso árbol, en donde Framan sella su obra, una más de su larga lista interesante de creaciones.
OPINA LA GENTE
Arzacio Castro, manifestó que: “Viene a hacer una vuelta en el Fondo del Ahorro y me quedé admirado con este artista. De ahora en adelante lo apoyaré comprándole cuadros”, manifestó Arzacio Castro.
Daniel Ortega, dijo que: “Con este don se nace. Esto sirve para impulsar la cultura. Él es un hombre que se gana el día a día con lucha, hace su dinero honradamente y no molesta nadie”, dijo Daniel Ortega.
Edier Centeno, expresó que: “A estas personas se les debe apoyar para que siempre compartan de su talento. Qué bueno es ver cosas así, tiene una imaginación demasiado hermosa”.
Ceniel Padilla, afirmó que: “Se le nota la técnica que tiene, el esfuerzo, la dedicación, el cariño que le pone y se le ve el profesionalismo en cada pincelada que impone.”.
Nelvis Moya, expresó que: “Me llamó mucho la atención verlo y sobre todo porque se le ve que tiene talento. La verdad es que debemos apreciarlo, porque se puede perder en el tiempo y tiene buena imaginación”.