El líder opositor venezolano Juan Guaidó convocó ante miles de seguidores a una gran movilización hacia Caracas, en fecha por definir, para presionar la salida del poder del mandatario Nicolás Maduro, a quien responsabilizó del gigantesco apagón que colapsa al país petrolero.
Con un megáfono y desde el capó de una camioneta, Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, aseguró que hará una gira con diputados por el país, para luego definir la fecha de la movilización, aunque anticipó que será “muy pronto”.
¡Miraflores, Miraflores!”, gritaron, refiriéndose al palacio de gobierno, sus partidarios reunidos en la avenida Victoria, en el centro-este de Caracas, donde la policía impidió la instalación de una tarima para la concentración opositora.
Guaidó reiteró, además, que está dispuesto a autorizar la acción de una fuerza extranjera cuando lo crea conveniente. “¡Intervención”!, vociferó la muchedumbre, a lo que el líder opositor respondió, parafraseando al gobierno de Donald Trump: “Todas las opciones están sobre la mesa”.
Maduro, quien no había comparecido públicamente durante el apagón, llegó a un multitudinaria manifestación oficialista que se realiza en el centro de Caracas, cuando se cumplen cuatro años desde que Estados Unidos declaró a Venezuela “amenaza” para su seguridad.
El presidente atribuye el apagón a una “guerra eléctrica” promovida por “el imperialismo estadounidense”.
“Le decimos al imperio que vamos a vencer cualquier saboteo que intenten. Ellos hicieron el apagón. Estamos rodilla en tierra (listos para combatir) en defensa de la revolución”, afirmó Solandia Pacheco, en la manifestación chavista.
El gigantesco corte de luz, el peor que sufre el país petrolero de 30 millones de habitantes, comenzó el jueves a las 16H53 locales (20H53 GMT) en Caracas y casi todos los 23 estados de Venezuela.
El servicio era intermitente este sábado en la capital y en los estados de Miranda y Vargas, y sigue interrumpido en muchas regiones -como Táchira, Zulia, Lara y Barinas. Las autoridades aún no dan un balance.
La masiva falla eléctrica se produce en medio del hartazgo por una fuerte crisis económica, con escasez de medicinas y alimentos y una hiperinflación que ha provocado el éxodo de 2,7 millones de venezolanos desde 2015 según la ONU y que la OEA proyecta llegará a cinco millones este año.
YA NO AGUANTAMOS
El servicio se restableció en la madrugada en algunas zonas de Caracas, pero hacia el mediodía se fue de nuevo la electricidad, y las comunicaciones volvieron a colapsar.
“No hay agua, no hay luz, no hay comida. Ya no aguantamos”, dijo Jorge Lugo, un habitante del sureste capitalino que llevaba una bandera en el cuello.
En Caracas aún estaba suspendido el servicio del Metro -que moviliza a diario a unos dos millones de personas-, lo que obliga a la gente a largas caminatas. Los comercios seguían cerrados.
El apagón obligó a suspender actividades laborales y escolares, causando zozobra en la población, que tampoco ha tenido agua y ha estado prácticamente incomunicada por la inestabilidad de las redes de telefonía e internet.
“El problema es la comida, había comprado carne y se va a dañar”, declaró a AFP Luis Álvarez, transportista de 51 años.
Los hospitales han vivido situaciones dramáticas; los que tienen plantas generadoras las usan solo para emergencias.
La oposición denunció decenas de muertes debido al corte eléctrico, lo que el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, calificó de “falso”.
La colapsada economía está paralizada, ya que nadie puede retirar dinero de los cajeros ni usar ningún tipo de tarjetas, en un país donde las transacciones electrónicas son indispensables incluso para operaciones pequeñas como comprar una barra de pan por la escasez de efectivo.
Algunas personas sacaban gasolina de sus vehículos para alimentar plantas generadoras, pues muchas estaciones de servicio estaban cerradas y en las muy pocas que estuvieron abiertas había largas filas.
“La sensación de desespero también la tengo, he perdido familiares por falta de medicina”, confió Guaidó, jefe parlamentario de 35 años, advirtiendo que tras el apagón puede venir una crisis en el suministro de gasolina.
´Ataque cibernético´ arruinó reconexión en servicio eléctrico
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que un nuevo “ataque cibernético” frustró el proceso de reconexión de la electricidad, en medio de un gigantesco apagón que cumple más 48 horas.
“Hoy 9 de marzo habíamos avanzado casi un 70%, cuando recibimos al mediodía otro ataque de carácter cibernético a una de las fuentes de generación que estaba funcionando perfectamente y eso perturbó y tumbó todo lo logrado”, aseguró Maduro ante una multitud de seguidores en el centro de Caracas.
El apagón afecta a Caracas y 22 de los 23 estados del país, por lo que el mandatario socialista pidió paciencia.
“Espero que el proceso de reconexión sea definitivo y estable para la mayoría de los venezolanos en las próximas horas. Pido comprensión”, aseveró Maduro.
De acuerdo con Maduro, se trata de “ataques electromagnéticos contra las líneas de transmisión” de la represa de Guri (estado Bolívar, sur), la mayor hidroeléctrica del país.
El gobernante anunció un plan de contingencia que contempla la distribución masiva de alimentos y agua potable a partir del lunes, y asistencia especial en hospitales.
Asimismo, aseguró que en los últimos seis años han sido dañadas más de 150 subestaciones en el marco de lo que llama “una guerra eléctrica” y han muerto 200 personas “carbonizadas” por manipular la infraestructura.
Maduro reiteró que el “ataque” fue obra de Estados Unidos -utilizando “armas” de “alta tecnología”- y de la oposición venezolana, liderada por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, a quien tildó de “payaso” y “títere autoproclamado”.
“Todo tiene su momento y ustedes saben que a mí no me tiembla el pulso para hacer justicia”, expresó dirigiéndose a un manifestante que le pidió a gritos refiriéndose a Guaidó: “¡Mételo preso!”.
Según Maduro, las agresiones que denuncia cuentan con el respaldo de “infiltrados” en la estatal eléctrica y prometió identificarlos y “castigarlos ejemplarmente”.
Los apagones en Venezuela son recurrentes desde hace una década. Expertos responsabilizan al gobierno por falta de inversión en infraestructura y corrupción, pero Maduro y altos funcionarios denuncian constantemente sabotajes.