Diario del Cesar
Defiende la región

Tiro de Chorro (I): Los mejores libros de febrero en Valledupar

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Iniciamos el primer bimestre con la selección de los 12 mejores libros aparecidos en Valledupar y el Cesar, escrito por autores locales o extranjeros residentes en la ciudad. Es una selección incompleta,  con los caprichos y gustos que como novel lector me creo con derecho a escoger novedades literarias que ustedes no están en la obligación de leerlos, por eso es una sugerencia tanto a los jóvenes que integran la biblioteca Gisbeth Pink, que dirijo, como a los demás  centros de cultura de la región. Espero los disfruten.

 

  1. Cabañuelas- pronósticos/ Autores varios.

Buen texto mitad verdad, mitad adivinación donde los mayores de Valledupar,   pronostican el    2019. Peleas entre primeras damas por vestidos, nostalgias de dejación de poder, habilidades para cambiar claves de cajas fuertes y entender mapas de viajeros a Europa. El segundo trata sobre sustos habilitantes para concejales, de como una nueva cadena radial reagrupa a comunicadores de tercera y cuarta edad sin restricciones, como vivían antes y después los nuevos ricos de las administraciones locales, primeras piedras de la economía naranja y premios  Upar cítricos a  familiares, esquema de una asamblea del Cesar sin Dieguitos ni Mafaldas, y culmina  con fotografías de la inauguración de la  Avenida La Gran Anunciación y   casas talleres “Piñas maduras” para  venezolanas embarazadas y otras disquisiciones . Un libro, escrito por pensionadas, algunas aspirantes a ser rectoras de universidades populares. Vale la pena su lectura.

 

  1. Cachos como arma- Herman Bull Shotgun, inglés.

Recientes historias de cachos en  los sectores, minero, (Becerril)  y de artistas ( kvrass)  los ganaderos del Cesar,  piden rearmarse en sus fincas aprovechando inseguridad rural. Un texto con cachos y pólvoras,  reconociendo los primeros cuatreros  del siglo XX en  corregimientos tales como Los cachos, Mariangola, Guacoche, Valencia de Jesús,  donde se recrean con pelos y señales la historia del hombre que se robó un toro en sabana de piedras y lo fue a vender en la Jagua de Ibiríco, narrado en un  canto vallenato. En páginas interiores obsérvese fotografías de escopetas, mechones, manilas, corta alambres, sogas, ollas,  instrumentos utilizados en la época y el museo sobre  abigeos más reconocidos. Es para que no  repetir la historia, pues el que la roba, la paga. Gran texto para carnívoros y expertos en talabartería.

 

  1. Aquellos capuchones -Carlotta Calderón de Barrios.

Recorrido por los carnavales vallenatos  entre los años 40 a 70,  mostrando salones de baile  y los capuchones, trazado de destino final de damas con esos extraños e irreconocibles disfraces. Sobrevivientes varones y hembras, reconocerán hijos de esas andanzas. Una historia bonita que culmina, con coronación del Dr Elías Ochoa Daza, por acabar aquéllas fiestas, a Ciro Pupo Castro, por no encontrar otro oficio al final de sus días y por los 70 años de Carlos Calderón organizando el festín.  Jaime Olivella Celedón Y Rodolfo Campo no podrá asistir porque al mismo tiempo reciben premios Upar Awards donde sus sobrinas son organizadoras y beneficiaras  con 178 categorías, donde incluyen imágenes del club y gente de La Calle. Al otro y  la escuela, “Guacaó” entregará los premios a los sucesores no recocidos del maestro Escalona. Un libro, con propuestas de llevar al cine  cultural de Valledupar, para que conozcan cómo se invierten los capitales naranjas en el caribe. Varios coaching al alimón colaboraron en la ilustración.

 

  1. La Casa en el aire y su billete en la tierra/Autor Chuchitte Pantanno y Aponte

Es un cortometraje que narra cómo se construye una Casa en el aire real y no poética, donde un constructor no contaba con los recursos para las coimas oficiales, le pararon la obra y tuvo que recurrir a prestamos onerosos para entregar el porcentaje público de quien  reclama, soborna y reparte la “Gran Comisión” de sus socios. El  libreto, filtrado clandestinamente, viene con caricaturas, carros blindados y la imagen de un grupo de ciudadanos con ojos cerrados. Traje de calle, por supuesto!

 

  1. Arde la Sierra y nace el instituto./Julio Ventaquemada Ahumada y Pain Naugty Jr.

Ingentes esfuerzos  de los bomberos de Valledupar y  defensores del presupuesto y los cerros que dan  agua a Emdupar y a Radian, las quemazones de animales y vegetales es una realidad. Investigadores dieron con el  autor, un indígena que compra cigarrillos de contrabando en la galería y sube  a la sierra nevada donde rinde un homenaje al capitán de los bomberos vallenatos y alborota tremendo daño. Videos del pirómano lo reconocen, y ya el contralor departamental del Cesar, presentará hallazgos completos como desde su inicio en el cargo. Al final una niña salvadora crea un instituto con homenaje a la sierra donde los niños dominarán el fuego con elementos azules sintéticos y cáscaras de naranjas descubiertas en laboratorios en los cerros limítrofes entre Villanueva y Venezuela.

 

  1. Dos Cabildos ningún indio /Loth Villapinzón y Jimmy Antorías Sempiternum

Dos cabildos gobernadores de la inmensa sierra natural del valle del Cacique Upar,  debaten en sus lenguas y dialectos inentendibles para los hermanos menores, como deben repartir los cargos y altos presupuestos, al mismo tiempo  denuncias por el consumo del  alfondoque con panela y su uso perverso como afrodisiacos entre las nuevas generaciones de kankuamos. El libro es experimental, cosmogónico, terrenal, antropológico y los jeroglíficos descifrados por expertos egiptólogos prueban escritura kamkuama del siglo XIV. La quema de casas termina el texto, ordenados por el presidente eterno Jimmy Ariannet A, mientras disfruta de un bloody de mary para el guayabo,  chateando en  iPhone 2019. Excelentes fotografías de fogones prendidos y mujeres ahumadas y asfixiadas en humo, adornan el texto.