Diario del Cesar
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Los quemados con pólvora, la tragedia que no termina

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El departamento del Cesar disminuyó de ocho a siete los casos de niños quedamos con pólvora durante el mes de diciembre de 2018, si se toma como referencia el mismo periodo de 2017, de acuerdo con cifras entregadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

Cesar, se ubicó en el puesto 14 a nivel nacional entre los departamentos que más casos presentaron en ese sentido, quedando, incluso, por encima de Bogotá.

“En todo el territorio nacional así como se trabaja desde el Cesar lo que se quiere lograr es que ningún menor de edad resulte lesionado por manipular este tipo de artefactos explosivos, pero este anhelo no debe estar solo en las instituciones, hay una corresponsabilidad y en la consecución de una cifra cero quemados con pólvora en estas fiestas de fin e inicio de año los padres y comunidad en general juegan un papel muy importante: cuidar, vigilar y sobre todo prevenir que nuestros niños y niñas crean que la pólvora es un juego”, dice, Elizabeth Castellar Ávila, Directora encargada del ICBF Cesar.

Valle del Cauca con 31 niños quemados, ocupó el primer lugar; seguido de Atlántico 25, Antioquia 20, Cauca 19, Sucre 12, Cundinamarca 11, Tolima 10, Córdoba 10, Norte de Santander 10, Nariño 10, Magdalena 9 y Risaralda 9.  Le siguen Bolívar 7, Cesar 7, Santander 7, Bogotá 6, Caldas 5, Quindío 4, Boyacá 3, Huila 3, La Guajira 1, Meta 1, Arauca 1, Guaviare 1 y Vichada 1.

“Hoy podemos mencionar que sí puede ser posible una Navidad sin menores de edad lesionados por pólvora, si miramos en el balance Sivigila que hay otros departamentos donde la cifra es cero, entonces si partimos de allí y todos, adultos, padres, cuidadores y comunidad en general nos ponemos atentos, claro que nuestros niños y niñas cesarenses pueden disfrutar de sus navidades y fiestas de fin de año, seguras y felices”, agrega Castellar Ávila.

“La primera línea es la prevención, con toda la institucionalidad hacemos cada año en la temporada un despliegue de la campaña Fiesta sin Pólvora, a través de la que recorremos barrios, parques, colegios, semáforos, calles principales en cada municipio del Cesar llevando el mensaje de ‘No uso de pólvora’”, dice Castellar.

Agrega que “les presentamos todos los peligros, riesgos, sanciones a las que se ven abocados los padres de familia o cuidadores, y en los casos donde lamentablemente se presenta afectaciones en menor de edad por este tema de explosivos ya hemos mencionado que hay una atención para cada situación con un Defensor de Familia, se busca el restablecimiento de los derechos del niño, niña o adolescente afectado y con el padre de familia se aplica la sanción a la que haya lugar”.

ACCIONES DEL ICBF

El ICBF amonestó a 23 padres de familia en el territorio nacional por permitir que sus hijos resultaran lesionados y los Defensores de Familia adelantaron 38 procesos de orientación y asistencia a las familias de los menores de edad; en el Cesar también se están tomando medidas para que los responsables de los menores no permitan la manipulación de pólvora.

“Podemos señalar que recientemente la Directora General del ICBF, Juliana Punguiluppi ha manifestado lo que desde el ICBF queremos y es que se abra el debate, que nos preguntemos qué está faltando, en qué estamos fallando, debemos tener en cuenta nuestra cultura, nuestras tradiciones, estadísticas y la debilidad institucional de gran parte de nuestros municipios, donde señala además que en todo el debate tenemos que mantener un balance entre el derecho al trabajo, al entretenimiento y el artículo 44 de nuestra Constitución que establece que los derechos de los niños, niñas y adolescentes prevalecen”, finalizó Castellar.

QUE SE ABRA EL DEBATE

A pesar de que hasta ahora, en las festividades de final de año, se presenta hasta una disminución de 56 en los casos de personas quemadas con pólvora en comparación con 2017, como siempre ocurre en esta época se encendió el debate porque estos artefactos a pesar de las restricciones de los alcaldes siguen estando a disposición de los ciudadanos.

En esta oportunidad en la discusión se hace énfasis en contar con una regulación más exigente y efectiva, no obstante no se descarta la prohibición total.

La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Juliana Pungiluppi, indicó ayer que “desde el ICBF queremos que se abra el debate, que nos preguntemos qué está faltando, en qué estamos fallando, tenemos que tener en cuenta nuestra cultura, nuestras tradiciones, estadísticas y la debilidad institucional de gran parte de nuestros municipios”.

Añadió la funcionaria que “el llamado desde el ICBF es a no bajar la guardia y garantizar la seguridad y protección de los niños, niñas y adolescentes durante los próximos días. La ciudadanía y los padres de familia deben mantener a los niños, niñas y adolescentes lejos de la pólvora en el año que comienza”.

Advirtió Pungiluppi que la entidad a su cargo no pretende plantear el camino a seguir sino abrir el debate para buscar soluciones al uso de la pólvora. “El ICBF es el organismo rector del sistema nacional de bienestar familiar, no puede ICBF solo tomar una decisión, tengo que darlo en el marco del sistema nacional de bienestar. Lo primero que voy a hacer es traer el tema al Consejo Directivo de Bienestar Familiar en el que están sentados la mayoría de ministerios. No tiene voz una entidad crítica que es el Ministerio de Defensa, hay que ver cómo participaría en esta decisión el Ministerio de Defensa, que es el que regula toda la producción de los artículos pirotécnicos. Empezar por ahí para la escala nacional y ya después ver cómo se hace la socialización con los alcaldes, que son otros actores críticos y eventualmente a los productores tanto formales como informales”.

Dentro del abanico de posibilidades para decidir qué hacer con la pólvora la directora del ICBF planteó por un lado tener en cuenta tres experiencias que sobre el particular han desarrollado otros países como es el caso de Nueva Zelanda que restringe su venta a cinco días antes de una festividad muy importante para ellos, “Islandia, por ejemplo, solo deja que se haga del 28 al 31; Finlandia solo lo deja el 31 de diciembre; Inglaterra por ejemplo clasifica los artículos dependiendo de su nivel explosivo y deja que los que tengan alto riesgo explosivo solo los manipulen unas personas que están capacitadas que tienen que tomar unos cursos y Chile tomó otro camino que es prohibirlo”.

Otra opción que recordó, planteó hace poco, es “que el Ministerio de Defensa sea el que maneje los eventos y uno pueda contratarlo, que es muy de la línea de Chile, para eventos privados y públicos, pero se acaba esa venta libre y se acaba que uno en una casa pueda manejar artículos pirotécnicos”.

CIFRAS

El Instituto Nacional de Salud (INS) informó que 675 personas resultaron quemadas con pólvora entre diciembre de 2018 y los primeros días de enero de 2019, un total de 249 menores de edad y 426 adultos, con una reducción del 27,2% frente a similar fecha en 2017.

Los departamentos con mayor número de lesionados por pólvora son Valle del Cauca (87), Nariño (55), Atlántico (51) y Huila (23).

Los departamentos que reportan mayores casos de niños quemados con pólvora son Valle del Cauca (26), Atlántico (24), Antioquia (16), Cauca (14), Sucre (12), Risaralda (9) y Tolima (9).

Según el informe del INS, 61 de cada 100 casos se dan por manipulación de pólvora, mientras que 25 se dan por observación.

PROYECTO DE LEY

El senador Antanas Mockus y la representante a la Cámara por el Partido Alianza Verde, Katherine Miranda, presentaron a comienzos de diciembre pasado un proyecto de ley para sancionar a los productores de pólvora y proteger a los ciudadanos, en especial a los menores de edad.

“Cuando uno ve noticias de niños quemados por pólvora y uno se pregunta ¿el niño puede llegar solo a la pólvora? Claramente, no. Detrás de la quemadura de un niño con pólvora hay un adulto altamente irresponsable, altamente confiado o altamente desinformado”, dijo la parlamentaria.

La iniciativa no contempla la prohibición total de la pólvora, pues establece excepciones para el uso profesional de esta y para quienes cumplan con una serie de requisitos que establece la norma.

De ser aprobado el proyecto quedaría prohibida la pólvora en las categorías 1, 2 y 3, que son aquellos artefactos menos potentes como las chispitas, volcanes, pitos, totes, los que usualmente la gente manipula en la calle.

Estos elementos no se podrán comercializar, transportar ni podrán ser manipulados en la vía pública. “Esto ayudará a reducir los quemados en pólvora”, explica Miranda.

LOS PRODUCTORES

El presidente de la Federación Nacional de Pirotécnicos, Carlos Andrés Carvajal, dijo que las iniciativas que buscan la prohibición de la pólvora van a terminar promoviendo la ilegalidad y las ventas clandestinas, por eso se mostró partidario de buscar mecanismos para que la manipulación de la pólvora se realice de manera segura.

“No podemos decir que todos los productos hay que prohibirlos. Hay que encaminar la pirotecnia por un camino seguro. No se puede criminalizar la actividad, como si fuéramos delincuentes, no se puede satanizar esta actividad”, advirtió Carvajal.

También recordó que la pirotecnia es parte de la tradición del país, se usa no solo en las festividades decembrinas sino en las fiestas patronales y diversidad de celebraciones.

“¿Cuántas personas salen de un matrimonio y contratan a una persona para que haga un espectáculo pirotécnico como parte de la celebración?”, se preguntó Carvajal.

Fenalpi aseguró que en el caso de Bogotá las ventas de las empresas formales que están autorizadas para vender pirotecnia responsable, legal y segura a particulares aumentaron a niveles récord entre el 15% y el 20% en la noche del 31 de diciembre pasado