El colombiano admite sentirse bien ahora mismo, y espera que estos dolores no sigan siendo fuente de problemas.
La temporada 2020, si ya ha sido atípica de por sí, no ha sido nada sencilla para Egan Bernal. El joven corredor colombiano ganó el Tour de Francia 2019, y las expectativas que generó ese triunfo no se cumplieron durante esta temporada. El principal culpable de ello fue su espalda, que no dejó que el del Ineos estuviera al máximo de sus capacidades, e incluso le obligó a retirarse de dos carreras.
Bernal volvió del parón por la pandemia con buenas sensaciones, ganando general y una etapa en Occitania y siendo segundo en el Tour de l’Ain. En el Criterium Dauphiné, los problemas de espalda aparecieron de una manera más leve, y el colombiano decidió no salir en la cuarta etapa por precaución. Ya en el Tour de Francia, el objetivo de su 2020, Bernal sufrió para estar con los mejores, y en el Grand Colombier acabó por explotar y perdió siete minutos. Finalmente, el ciclista de 23 años se retiró en la 17ª etapa, de nuevo acusando dolores de espalda, y no siguió defendiendo el maillot amarillo ganado el año pasado.
El joven deportista hace un mes apuntó que el causante de los problemas es el hecho de tener una pierna más larga que la otra, lo que obliga a una larga recuperación.
Pese a ello, el colombiano admite sentirse bien ahora mismo, y espera que estos dolores no sigan siendo fuente de problemas. “Me encuentro bien. Es una lesión un poco complicada, pero estamos trabajando para ser capaces de estar al nivel que debería estar el año que viene”, comentó Egan, que agradeció tener un equipo entero de doctores rodeándole y prestando ayuda para hacer que el colombiano vuelva a ir a por todo. / COLPRENSA