Diario del Cesar
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‘20 años de resiliencia de los pueblos palafitos’ 

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Nueva Venecia es un pueblo palafito ubicado en la Ciénaga grande de  Santa Marta, corregimiento del municipio de Sitionuevo. El 22 de noviembre del año 2000 un comando de las AUC al frente de alias ‘Esteban’ y autorizados por ‘Jorge 40’, más de 50 hombres penetran al amanecer al pueblo y asesinan a 37 personas y provocan el desplazamiento y la desaparición de otro centenar de habitantes.

20 años después de esa masacre, sobrevivientes y líderes se reúnen para recordar a los hijos, padres, hermanos y esposos que perdieron la vida de manera violenta.

En el corregimiento se llevó a cabo un panel llamado ’20 años de resiliencia de los pueblos palafitos’ organizada por la Fundación Desarrollo Social para Colombia, en cabeza de la representante legal  Katherine Ariza   donde estuvieron presentes los alcaldes de Sitionuevo, José Alcides Manga y de Ciénaga, Luis Tete Samper.

En el marco de la semana de la memoria histórica, el mandatario de los cienagueros narró las experiencias vividas en el territorio local en hechos violentos ocurridos y que dejaron a su paso, víctimas en diferentes sectores del municipio, así mismo, expresó su dolor por tanto sufrimiento e hizo un llamado al Gobierno Nacional y a la Unidad de Víctimas para que se les garantice los derechos a las víctimas del conflicto armado.

El mandatario concluyó su participación invitando a los mandatarios de los 4 municipios que colindan con este importante complejo lagunar a trabajar articuladamente en proyectos productivos encaminados al desarrollo de los habitantes de la Ciénaga Grande.

Por su parte  el alcalde de Sitionuevo, José Alcides Manga, narró hechos importantes del día de la masacre y confesó que también sufrió en carne propia los estragos de la violencia: “Estoy agradecido por  la presencia del alcalde de ciénaga, Katherine muchas gracias por la organización del evento. Hace 20 años este pueblo se llenó de luto por una orden impartida por el paramilitarismo, incursionaron por el caño El Clarín, y pescador que veían  en ese camino, pescador que sacrificaban con la culata del fusil para no hacer ruido; sin embargo como los cobardes matan a la mansalva y por detrás llegaron a esta comunidad, le rodearon sus casas y los llevaron a la plaza principal para sacrificarlos, ese acto dejó mucho dolor en esta comunidad, al día siguiente esto fue totalmente desalojado por miedo, se fueron a municipios vecinos”, dijo el alcalde de Sitionuevo, José Alcides Manga.

FUE VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA 

Durante su intervención en el panel el mandatario de los sitionueveros, confesó que fue víctima de los grupos alzados en armas, por lo que tuvo que salir de su hogar, “yo también fui víctima de la inclusión paramilitar, me partieron la puerta de mi casa en tres pedazos la primera vez para el municipio de Soledad y la segunda vez para la ciudad de Bogotá; porque querían acabar personas de bien, porque querían sembrar el miedo y el odio, hoy desde la administración le damos un mensaje de esperanza a las familias de las víctimas y les decimos que no están solos”.

De otro lado, la representante legal de la Fundación Desarrollo Social para Colombia, Katherine Ariza dijo,  “quiero darle las gracias a los dirigentes que se encuentran presente, como les venía diciendo se trata de la conmemoración de la tragedia de los pueblos palafitos, esto es en memoria de los pescadores víctimas del conflicto armado, muchas gracias por permitirme estar hoy aquí para poder ayudar a estas familias”.

EL DÍA DE LA TRAGEDIA 

Cinco lanchas llegaron al puerto, sus tripulantes, paramilitares, cogieron a los pescadores que iban llegando al puerto para salir de viaje y llevar pescado, los paramilitares obligaron a los pescadores que los llevaran a Nueva Venecia, a las dos de la mañana llegaron y comenzaron a dar vueltas por el pueblo, las personas que iban encontrando las iban asesinando a sangre fría.

A las cinco de la mañana las lanchas de los paramilitares atacaron frente a la iglesia, obligaron a 12 hombres a tenderse boca abajo en el suelo y  los sacrificaron, posteriormente luego de saquear tiendas y almacenes, los paramilitares abandonaron el pueblo llevándose a 4 hombres que ueron encontrados muertos en los caños.

Los cadáveres que quedaron tendidos frente a la iglesia debieron ser trasladados posteriormente en lanchas.