Las oficinas son pequeñas y están abarrotadas, hay visitantes constantemente y al jefe no le gusta que la gente use máscaras. La Casa Blanca no tiene mucho de edificio típico de oficinas; es más bien una casa señorial adaptada para uso gubernamental, con laberintos de pequeñas oficinas y pasillos. Incluso el famoso Salón Oval, despacho del presidente, es reducido, mientras que para los funcionarios, “oficina” a menudo significa poco más que un escritorio en un cuarto del tamaño de un armario.