Los incendios que se declararon el fin de semana en California, dejando al menos tres muertos y decenas de miles de evacuados, seguían propagándose, y los bomberos estiman que necesitarán semanas para controlar las llamas.
El llamado “Fuego de Cristal” que brotó el domingo en los condados de Napa y Sonoma, triplicó su extensión en espacio de 24 horas para arrasar 17.000 hectáreas por la mañana.