Antes de que la Corte Constitucional declarara inexequible el ´Frankenstein´ llamado Ley de Financiamiento que no era otra cosa que una Reforma Tributaria disfrazada, el Gobierno le dibujó al país los peores escenarios, catastróficos por cierto y acolitados por unos sectores adictos a las prebendas, buscando presionar al alto tribunal para que el esperpento siguiera vigente. Por fortuna que ello no ocurrió, y ninguno de los teatros apocalípticos que nos dibujaron ocurrió. La economía con su estrechez mal o bien sigue su curso, y curiosamente el país va a tener un crecimiento más allá de lo previsto. De tal manera que nada de lo que nos vaticinó el Gobierno pasó, ni va a pasar.
Las comisiones terceras conjuntas están citadas la próxima semana para iniciar la discusión de la reforma tributaria, que busca ratificar disposiciones contenidas en la Ley de Financiamiento del año pasado, que la Corte ´tumbó´ por vicios de forma.
Las exigencias ahora del Gobierno en cabeza del ministro Alberto Carrasquilla es que la Ley debe pasar tal cual como la han presentado y le han prohibido a los legisladores inmiscuirse en ese texto, sin agregarle, i quitarle nada. Exigencia exótica, desbordada y anticonstitucional.
Pero se ha conocido algunas posturas que es oportuno que la gente la conozca, como por ejemplo la posición del Partido Liberal que ha prometido mirar la ley nuevamente y no se va a votar como lo ha planteado el gobierno de no hacer discusión sino aprobar tal como está. ´Tenemos que cumplir el papel como legisladores de analizar esta nueva ley para ver qué beneficios tiene y lo que no sirva pues se retira”, subrayó el jefe del liberalismo Cesar Gaviria
El proyecto de reforma tributaria debe quedar listo en diciembre antes que los legisladores se marchen de vacaciones. La iniciativa presentada, a finales del mes pasado, por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tiene 110 artículos, y explicó que algunos de los artículos fueron suprimidos porque perdieron su vigencia, pero enfatizó en la similitud del texto que no pasó el examen de la Corte.
Según algunos especialistas el Gobierno volverá a fracasar en su intento por venderle al Congreso una inofensiva Reforma Tributaria, cuando es todo lo contrario. Es una reforma abusiva e invasiva de los bolsillos de los contribuyentes.
Si el Congreso de la República actúa con sensatez y responsabilidad dicha ley no debe pasar, y su aprobación en cualquier eventualidad en la que de pronto aparezca la mermelada no parece tan fácil teniendo en cuenta que el legislativo planteará una nueva discusión, lo que tomaría tiempo valioso para el gobierno, además, que tampoco parece haber mucho apoyo en varios sectores políticos.
En la bancada del Partido Conservador las opiniones están divididas. Por parte del Partido Liberal, la Ley de Financiamiento ha recibido fuertes críticas, especialmente en los aspectos referentes al IVA a la canasta familiar. Cambio Radical, cuyo jefe es Germán Vargas Lleras, fue uno de los principales demandantes de la Ley de Financiamiento, muestra oposición contundente. La oposición directa la lideran el Polo Democrático, Alianza Verde y el partido Farc.
Por su parte, el representante a la Cámara Germán Navas Talero, de la bancada del Polo Democrático, se mostró crítico ante el texto radicado por Carrasquilla. Siendo uno de sus principales demandantes, Navas considera que el proyecto beneficiará a la banca nacional y generará afectaciones en las clases media y baja. “El Polo Democrático no solo demandó la anterior, sino que votó negativos todos los puntos de esa ley. Nosotros no aprobamos ninguno. Estamos dispuestos, si repiten lo mismo, a votar negativo esa reforma tributaria”, afirmó.
Tenemos entonces que deberá el Gobierno recurrir a gastar menos en burocracia, en crear menos consejerías, menos viajes inoficiosos al exterior, mejor utilización de los recursos por regalías y una mayor acción de la Dian para el cobro de los impuestos.