Diario del Cesar
Defiende la región

Cesar se ubica en el quinto lugar de la media nacional sobre intentos de suicidio

574

POR:

NINOSKA

REYES

URDANETA

“Intenté quitarme la vida pensando que todo iba a estar mejor. Que mi familia quedaría libre de los problemas que nos involucraban a todos y que la pesadilla terminaría. Pero todo quedó en intento, y la lección es que Dios me dio una nueva oportunidad para pensar que estas conductas tienen salvación y son tratadas médicamente sin mitos ni estigmas”.

Las palabras anteriores son de Alejandro -nombre que daremos para escudar su identidad- quien forma parte de la lista de personas que este año han intentado suicidarse en el Cesar, cifras que en la actualidad preocupan a las autoridades por cuanto el departamento se ubica en el quinto lugar en las estadísticas a nivel nacional.

De enero a junio se han registrado en el departamento 271 casos, siendo la mayor incidencia en jóvenes entre 15 y 19 años.

Cuenta Alejandro que fue tanto el error que hasta su hija de 14 años resultó herida en el episodio, y hoy lleva una huella en su mano que representa el símbolo de lucha para seguir viviendo y promover en la comunidad que las conductas que desencadenan el suicidio pueden ser atendidas a tiempo por médicos especializados.

De acuerdo a las estadísticas manejadas por la Secretaría de Salud Departamental, en el Cesar se reporta un aumento de 11% con relación al año pasado en lo que respecta a los intentos de suicidio.

En 2018 se reportaron 244 casos, mientras que en lo que va de este año, 271 engrosan la lista.

Valledupar, la capital, registra 135 casos (49.8%); seguido de Aguachica con 26 (9.6%), Copey con 11 (4.1%) y Agustín Codazzi con 10 intentos que representa 3.7% de la cifra global.

Con relación al género, el 71,6%, es decir 194 intentos de suicidios, se presenta en el sexo femenino. Con respecto a la edad, de 15 a 19 años son los más afectados con el 33.2% del total de los casos.

Para la Organización Mundial de la Salud el suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.

Las tasas entre los jóvenes han ido en aumento hasta el punto de que ahora estos son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo.

 

CUATRO ESTRATEGIAS

 

Jackeline Jalk, coordinadora de la Dimensión Convivencia Social y Salud Mental de la Secretaría de Salud Departamental, manifestó que lamentablemente los intentos de suicidio siempre van en incremento. Cada 4 segundos hay una tentativa de suicidio en el mundo y entre 800.000 y 900.000 personas al año se suicidan.

“Lamentablemente el Cesar no escapa de este contexto, por lo que las autoridades regionales estamos trabajando para responder al Plan de Acción de Salud, PAS. Desde el departamento se está haciendo seguimiento a los PAS de cada uno de los municipios como lineamientos del Ministerio de Salud”, dijo la funcionaria.

Explicó que desde la Dimensión Social y Salud Mental se apunta a cuatro estrategias básicas como la zona de orientación escolar, orientación comunitaria, rehabilitación basada en comunidad y el fortalecimiento del conocimiento.

La atención a la zona de orientación escolar consiste en el entrenamiento de jóvenes de instituciones educativas para que actúen como agentes multiplicadores en la identificación de los factores de riesgo en la salud mental.

Se está conformando un grupo denominado “Guardianes de Vida” en las instituciones educativas y se elabora un plan de acción interinstitucional en pro del desarrollo de los jóvenes de esta población no solo en salud mental, sino en otras áreas. Lo integran alumnos de octavo, noveno y décimo grado.

Explicó que los jóvenes están en capacidad de reconocer conductas de riesgo, consumo de sustancias psicoactivas, primeros auxilios psicológicos y direccionamiento o rutas.

“El año pasado se formaron más de 500 jóvenes en todo el departamento, y este año continuaremos no solo con estudiantes sino con otros sectores de la población. Quienes participan de estas jornadas aprenden a prestar los primeros auxilios psicológicos a personas que presentan afectación de su estado emocional y a identificar conductas suicidas”, dijo la funcionaria.

“Estamos tratando de hacer un desarrollo de capacidades en todas las comunidades a través del Supre, documento emitido por la Organización Mundial de la Salud para llegar a grupos operacionales diferentes y fortalecer las medidas preventivas dirigidas principalmente al reconocimiento de riesgo”, manifestó.

 

LÍNEA TELEFÓNICA RÁPIDA

 

Por otra parte, Jalk destacó que aunque el trabajo se desarrolla con fluidez, existen muchas barreras para atender a las personas en riesgo. Uno de los problemas que se presenta es que los hospitales de alta complejidad no cuentan con personal especializado para tratar los casos. No hay suficientes sicólogos ni siquiatras para atender las altas demandas.

“El problema se agudiza en las zonas alejadas de la ciudad, por cuanto hay muchos pacientes que no cuentan con recursos económicos para trasladarse a las unidades de salud”, dijo.

Ante esta situación, en el Cesar se habilitó la línea telefónica rápida 125, a través de la cual profesionales atienden las 24 horas del día a las personas que requieran apoyo psicológico inicial en momentos de crisis, para luego direccionarlas a la entidad correspondiente.

“La comunidad debe saber que existen herramientas para recibir ayuda ante conductas suicidas. No estigmaticemos más la salud mental, volvámoslo más sensible y humano porque cualquiera puede pasar por este tipo de episodios”, reiteró.

 

LA DEPRESIÓN CONLLEVA AL SUICIDIO

 

Alex Sandro Mindiola Romero, especialista en siquiatría, manifestó por su parte que durante los últimos años se ha vislumbrado un crecimiento exponencial de las enfermedades mentales, a tal punto que se calcula que para el 2020 superarán las cifras de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

En el caso de Valledupar, la patología número uno en salud mental es el trastorno depresivo mayor. La complejidad de este fenómeno es uno de los factores predominantes en el desencadenamiento de los suicidios.

Entre los factores de riesgo que desarrolla la conducta suicida se destacan la depresión mayor, la disfunción familiar, sicosis, esquizofrenia, violencia de género, consumo de sustancias psicoactivas, trastornos por estrés postraumático y trastornos adaptivos, explicó el galeno.

“El 10 por ciento de los pacientes que sufren trastorno depresivo mayor se suicidan. Muchas de estas personas que padecen estos múltiples factores de riesgo no han sido identificadas como pacientes con un problemas de trastorno mental y en una reacción impulsiva agresiva, la persona puede quitarse la vida”.

También factores como el desempleo, la violencia, la inseguridad, la pérdidas de un ser querido, divorcios, alto consumo de alcohol y el aislamiento, se suman a las posibles causas.

El Cesar sólo cuenta con tres instituciones que prestan los servicios a estos pacientes, una ubicada en el hospital de Aguachica y las dos restantes, en Valledupar, como son: la Clínica Sión y el pabellón del Hospital Rosario Pumarejo de López.