Dos años ha permanecido cerrada la sala de urgencias del hospital Eduardo Arredondo Daza sede San Martín. / STIVEN MENESES
POR:
EDUARDO
MOSCOTE SIERRA
El Decreto 412 de 1992 y expedido por el Ministerio de Salud es el encargado de reglamentarlos servicios de urgencias. La norma es respaldada por la Defensoría del Pueblo, que en su artículo segundo dice que las instituciones de salud “están obligadas a prestar atención inicial de urgencia independientemente de la capacidad socioeconómica”. No obstante, según la comunidad, esta obligación no se cumple en Valledupar.
Lo anterior manifiestan los usuarios se evidencia con los dos años que ha permanecido cerrada la sala de urgencias del Hospital Eduardo Arredondo Daza (HEAD)-sede San Martín- afectando a habitantes de Villa Jaidith, 25 de diciembre, Primero de Mayo y otros barrios de las comunas tres y cuatro, aledaños al centro asistencial.
“Nos toca atravesar la ciudad para recibir atención de urgencia pese a tener un puesto de salud cerca. Dos años han pasado desde el cierre del recinto y la comunidad lo necesita; nos toca ir a la sede de La Nevada o al hospital grande, porque aquí no nos atienden”, le comentó Fanny Picón a este medio de comunicación.
La ciudadana agrega que la negligencia por la no apertura y remodelación de la sede (San Martín) agudiza la atención en salud.
Sobre todo en las noches cuando más se presentan estos casos y se necesita la reacción del personal médico, “nuestro derecho es vulnerado, no hay premuras en la atención”, explicó Picón.
Estas situaciones causan preocupación en los ciudadanos quienes deben recurrir a un plan ‘B’ al momento de presentarse urgencias vitales.
Es el caso de Giovanni Domínguez, quien sufre de cálculos renales. Pese a los intensos dolores, no puede desplazarse a otras sedes del HEAD por la distancia.
“Aquí no solucionan nada, no existe una buena atención. He peleado con los médicos y el personal administrativo; todo es un caos, cuando es obligación atender al convaleciente”, explicó Domínguez.
‘NO ATIENDEN LOS TELÉFONOS’
En un recorrido realizado por el medio en las instalaciones del ‘Eduardo Arredondo Daza’, Luis Ángel Bustamante dejó conocer su historia.
El usuario asegura que los ‘Call Center’ instalados, los cuales servirían para apartar citas rápidamente, “no están funcionando”. Sostiene Bustamante que no ha podido conseguir una cita de crecimiento y desarrollo para su nieto por los débiles servicios.
“Suenan y suenan los teléfonos, y no los atienden; y a la cuarta llamada los apagan. Intenté hablar con la trabajadora social para explicarle la situación, pero me trató de una forma poco profesional: grosera, arrogante y prepotente”, asegura el señor.
MINISTERIO DE SALUD
Luego de distintos intentos, DIARIO DEL CESAR pudo comunicarse con el gerente de la ESE, Jhonny Rojas.
El funcionario aseguró que inmediatamente tomó posesión, actualizó los planos a través de un consultor y experto en construcción de hospitales, por lo que espera que el Ministerio de Salud les dé el aval para la ejecución.
“Estamos recopilando los planos estructurales, sanitarios y eléctricos, para llevarlos al Ministerio y que los refrende para colgarlos a la página y entre en licitación. Le ofrezco disculpa a la comunidad cercana a ‘San Martín’”, dijo Rojas.
Reveló que la remodelación tendrá un costo de $4.500.000 y los recursos serán destinados por la Alcaldía de Valledupar, los cuales “ya se encuentran disponibles”, aseguró el gerente.
Sobre el Plan de Contingencia para los pacientes que necesiten atención de urgencia – la mayoría por lesiones con armas de fuego y blanca; accidentes de tránsito e infartos agudos -indicó que la solución es utilizar las cinco ambulancias disponibles en el ‘Eduardo Arredondo’ y así, trasladarlos a sedes cercanas como CDV y Valle Meza.
Y en otros casos, son dirigidos al “Hospital Rosario Pumarejo de López y otras clínicas, porque no tenemos infraestructura ni capacidad técnica para atenderlos”, explicó Jhonny Rojas.
Según informó el gerente del HEAD, entre 40.000 y 50.000 pacientes son atendidos anualmente en urgencias.
‘LA COMUNIDAD DEBE INSISTIR EN LAS LLAMADAS’
Sobre el centro de llamadas para apartar citas médicas, dijo el encargado de la ESE, se está esperando la contratación con una empresa de telecomunicaciones para aumentar los trabajos.
“Los teléfonos utilizados no tienen tecnología de punta, entonces, cuando alguien está marcando y la línea está ocupada, suena apagado. Le pido a la comunidad que insista porque en cada sede hay alrededor de 20 teléfonos atendiendo, así como dos facturadores para que separen la cita de manera presencial”, insistieron.